Padres, ¿espías digitales?

Los padres de adolescentes digitales somos nómadas analógicos. Nacimos en el mundo “normal”. Nos hemos adaptado a todos los cambios en nuestra edad adulta, ya con niños en el mundo. 

En general… nos sobrepasa. 

Hemos aprendido a usar los dispositivos y hasta nos hemos enganchado con algún juego o hemos pasado horas en facebook “informándonos” o ahora en instagram. 

Nos enfrentamos a un reto enorme. Criar hijos que se mueven en el mundo digital solos. Nuestros hijos salen a ese mundo a través de un móvil.  Y en ese móvil no hay cabida para nosotros, salvo que nos esforcemos. 

Hay mucha polémica por la privacidad de los menores. 

“Si le miro el móvil, entro en su esfera privada”. Los padres nos hemos vuelto tan tan respetuosos que ya se nos pasa, que la responsabilidad de criar a los niños est también responsabilidad en sus actuaciones 2.0. 

No hablo de espiar a los hijos. (Salvo que haya indicios;) No hay que hacerlo como sistema, ni como obsesión pero al menos yo, si veo comportamientos raros, tanto en la vida real como en la virtual… espiaré y averiguaré lo que sea para evitar que se meta en problemas gordos. 

Por otro lado, los que abogan por ese respeto a la “privacidad de nuestros hijos… “ están seguros que nunca han publicado una foto del menor en las redes o por whatsapp? Nunca han comentado algo que hizo o dijo? ¿Podría ser eso también una “invasión de la privacidad?

Estamos hablando de seguridad y salud de nuestros hijos. No son locuras de algunos. Es una realidad de todos. Una realidad que no vemos, que no tocamos pero que existe. No hay que tener miedo. No hay que volverse obsesivo o hiperprotector en el mundo 2.0. Hay muchos peligros, pero también muchas ventajas. 

Hablo de acompañarles en el mundo online.

¿Los dejáis solos en el centro de Madrid, Barcelona para que se las apañen? ¿Les dejaríais solos en la medina en una ciudad de Marruecos? ¿Les dejáis coger el tren para irse a Alemania? ¿Dejáis que vayan a una cafetería o asociación dónde haya adultos y niños que no conocéis? 

¿Por qué les dejamos solos online?

Lo hacemos porque estamos tan perdidos como ellos. 

Internet es para nosotros como ponernos en mitad de Accra y decirnos que nos las apañemos. No sabemos el camino, no sabemos para qué nos sirve, no sabemos dónde están los peligros y cómo encontrar la parte buena. 

No hay plano de internet. 

(Yo en Azerbayán estaba igual: sigue la casa verde, después a la derecha en el super de yasar…)

Necesitan tener una educación digital básica, necesitan tener un camino para comenzar su andadura de modo seguro y para ello hemos de empezar nosotros primero. La educación de cada hijo es responsabilidad de los padres por ello tenéis que saber para decidir cómo queréis educarles 2.0.

Comencemos por reflexionar sobre cómo nos comportamos nosotros en las redes, reflexionemos si nos gustaría que pusieran fotos nuestras otras personas,  si exponemos todo lo que hacemos, las horas que navegamos o cuántos likes damos al día. 

Reflexionemos sobre el impacto de subir fotografías en su vida profesional futura. No tiene sentido apuntarles a los mejores colegios, llevarlos a idiomas, música, deportes… si luego en internet no saben moverse ni protegerse. El uso de las redes más extendido es en RRHH para averiguar cosas sobre las personas. 

A los 19 me fui sola a Italia. Nunca había cogido un avión. Mis padres una vez. Me dijeron todo lo que pudieron. Me sirvió de algo.  

A los 20 me fui a Nueva York. Mis padres no me llevaron allí, el avión no era el problema. No había móvil. En soria no había metro. Estaba sola. No sabía exactamente cómo sería aquello.

Sabía coger un avión, sabía más o menos cómo funcionaba el metro porque me habían llevado a barcelona. Eso bastó, era un punto de referencia para seguir caminando, descubriendo y tomando decisiones ante los retos.

Tenemos hijos de la generación 2.0. Los del dedito que desliza. Los que no saben que son las páginas amarillas y los que pronto no sabrán que es un catálogo en papel del buzón. 

Como padres no se trata de ser expertos sobre internet, pero debemos conocer unos mínimos; las ventajas y los riesgos para tomar decisiones responsables a la hora de transmitir a nuestros hijos una base para su comportamiento y valores 2.0 que les pueda guiar a la hora de tomar decisiones responsables en su vida digital.  Se trata de ayudarles a que sepan cómo no perderse.

Si no los dejamos sin guía cuando se van a una excursion o de intercambio o a un nuevo colegio, No los abandonemos en el mar 2.0.

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